SARA ROYO. Colegiada nº 2055
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Con la llegada del calor aumentan las picaduras de insectos y en consecuencia, las reacciones cutáneas que causan dolor, enrrojecimiento, hinchazón, picazón, ardor, entumecimiento, hormigueo…
Mosquitos, pulgas y ácaros causan más picazón, mientras que avispas y abejas producen más dolor. Así como la mordedura de la mosca negra o las hormigas rojas que también son dolorosas.
En la mayoría de los casos se tratan fácilmente, salvo personas que sufren reacciones alérgicas y requieren tratamiento médico de forma inmediata para evitar el «shock anafiláctico» o incluso la muerte. En estos casos, los síntomas más comunes son: difiultad para respirar, hinchazón en la cara o boca, dificultad al ingerir…
Para evitar las picaduras coviene llevar ropa que nos cubra bien (evitar pantalones y faldas cortas) y usar repelentes de insectos. Existen diversas modalidades: loción, crema, spray, roll-on, parches, pulseras y llaveros.
Una vez tengamos el temido picotazo debemos lavar el área afectada y aplicar una crema calmante, como fenistil o normopic. También existen productos naturales y homeopáticos como insectDHU. En ocasiones puede ser necesario un corticoide tópico o incluso antibiótico tópico para la infección. Según el grado de picor también se administran antihistamínicos orales.
Prevenir es salud para tu bienestar
