SARA ROYO. Colegiada nº 2055
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Nuestros oídos, ¿alta tecnología o magia?
¿te has parado a pensar en la maravilla que es tu oído? Hoy nos sumergiremos en el fascinante mundo auditivo. ¡Pura magia!
Imagina un equipo de tres grandes magos dignos de la mismísima escuela de Hogwarts, que logran transformar las vibraciones que producen las ondas sonoras en señales eléctricas que nuestro cerebro convierte en sonidos.
Oído externo.
El oído externo es el poderoso captor de las ondas sonoras, que incluye la parte visible del oído (pabellón auricular) y el canal auditivo externo. Su función principal es recoger las ondas sonoras del entorno y dirigirlas al tímpano.
Oído medio.
El oído medio es el amplificador de las señales, que lo forma la membrana timpánica y una serie de pequeños huesos (martillo, yunque y estribo), que transmiten las vibraciones que le llegan del tímpano hacia el oído interno. Además, contiene la trompa de Eustaquio, que ayuda a equilibrar la presión del aire entre el oído medio y el exterior.
Oído interno.
Es la parte más interna y consta de la cóclea (órgano auditivo principal) y el laberinto, que incluye el vestíbulo y los canales semicirculares (responsables del equilibrio). La cóclea convierte las vibraciones en señales eléctricas que son enviadas al cerebro a través del nervio auditivo, donde se interpretan como sonido.
Protección.
En el oído medio se encuentra nuestro sistema de seguridad anti sonido que se activa cuando el volumen alcanza niveles peligrosos. Los músculos del mismo, bloquean la entrada para evitar posibles lesiones.
Mantener una higiene adecuada y mimar nuestros oídos sin excesos innecesarios, nos hará escuchar la vida sin perdernos nada. Viva la magia.
