SARA ROYO. Colegiada nº 2055
Avda. SALVADOR ALLENDE 5
50015 ZARAGOZA
Tel: 674 62 01 79
No acabar el tratamiento, mala elección.
Imagínate: vas al médico porque tienes un resfriado tremendo, se complica con alguna infección y te receta un antibiótico. Empiezas a tomarlo, y después de unos días, ¡milagro!, te sientes mucho mejor. Entonces piensas: «¿Para qué seguir tomándolos si ya estoy bien? ¡Lo guardo para otro resfriado!» Y ahí es donde nos metemos en un problema… 🫠
Este error es más común de lo que crees y, aunque suene inofensivo, no terminar un tratamiento médico puede traer consecuencias mayores para nuestra salud. ¡Vamos a explicarlo de una forma sencilla y divertida!
1. Los microorganismos no se han ido de fiesta aún 🦠
Sí, te sientes mejor, pero eso no significa que las bacterias o el virus que te causaron la infección hayan desaparecido por completo. Cuando tomas el medicamento solo unos días, solo matas a los «microbios perezosos», esos que se dejan vencer rápidamente. Pero los más «listillos» quedan ahí, sobreviviendo y multiplicándose. Así que, si abandonas el tratamiento antes de tiempo, estos bichos vuelven al ataque… y muchas veces, más fuertes.
2. El monstruo de la resistencia bacteriana 💀
Abandonar el antibiótico antes de tiempo ayuda a que las bacterias desarrollen resistencia. Cuando esto pasa, el tratamiento ya no les hace ni cosquillas y cada vez es más difícil controlarlas. ¡De ahí salen las súper bacterias que ni los antibióticos de última generación pueden derrotar! Esto va a suponer uno de los problemas más graves en pocos años ya que no dispondremos de tratamientos efectivos. Así que, si quieres que tus medicamentos sigan funcionando cuando realmente los necesites, . sigue las instrucciones de tu médico.
3. ¡No estamos jugando a ser médicos! 🔬
Esto es clave. Tu médico te receta una posología y duración específica para el tratamiento porque hay una razón. Los medicamentos necesitan tiempo para hacer su trabajo completo. Los profesionales de salud conocen la dosis exacta y el tiempo necesario para que el medicamento sea eficaz. Así que, déjalos hacer su trabajo y sigue al pie de la letra las instrucciones.
4. Ahorro de medicamento: mito desmentido 💸
Guardar «lo que sobró» del antibiótico para una futura infección no es un ahorro, es un autoengaño. La próxima vez que te enfermes, puede que necesites una dosis o un tratamiento completamente diferente. Además, los medicamentos tienen fecha de caducidad, y eso significa que pueden perder efectividad o incluso volverse tóxicos después de cierto tiempo.
5. Aseguras tu recuperación completa 🌟
Recuerda, los tratamientos incompletos pueden hacer que los síntomas regresen e incluso sean peores. Al seguir el tratamiento como te lo indican, aseguras que tu recuperación sea completa y evitas recaídas, que luego requieren tratamientos más largos y fuertes. Así que, aunque te sientas mejor, dale una oportunidad a tu cuerpo de recuperarse completamente.
¡Hazle caso a tu médico!
Ya lo sabes: terminar el tratamiento es clave para que realmente funcione. No te preocupes si te sientes bien a los pocos días; esa es justamente la señal de que el medicamento está haciendo efecto. No abandones el barco antes de tiempo y deja que los medicamentos hagan su magia completa y si tienes dudas en la farmacia resolveremos tus dudas.
