SARA ROYO. Colegiada nº 2055
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Calma a tu dragón.
La época navideña es sinónimo de celebraciones, reuniones familiares y, sobre todo, deliciosos banquetes. Sin embargo, estas comidas festivas también traen consigo un invitado no deseado: la acidez de estómago.
Esa sensación de ardor en el pecho o en la garganta puede arruinar incluso la mejor de las cenas. Pero, ¿Qué provoca esta molestia y cómo podemos prevenirla?
El papel de los alimentos navideños.
- Comidas ricas en grasas: Los platos típicos navideños suelen ser altos en grasas, como el pavo relleno, los asados, los embutidos y las salsas cremosas. Las grasas retrasan el vaciamiento del estómago, lo que aumenta la presión sobre el esfínter esofágico inferior (EEI), la válvula que evita que los ácidos del estómago regresen al esófago.
- Exceso de azúcares y carbohidratos: Los postres como el turrón, los polvorones y los pasteles también contribuyen al reflujo. Los azúcares fermentan en el estómago, lo que puede generar gases y aumentar la presión interna.
- Bebidas alcohólicas y carbonatadas: El alcohol relaja el EEI, facilitando el reflujo de ácidos. Además, las bebidas carbonatadas incrementan la cantidad de aire en el estómago, exacerbando la acidez.
- Condimentos y especias: Los alimentos muy condimentados, como los que llevan ajo, cebolla o especias picantes, también irritan el revestimiento del esófago.
El proceso fisiológico de la acidez.
Cuando comemos en exceso o ingerimos alimentos que relajan el EEI, este esfínter no logra mantenerse cerrado de manera eficaz. Esto permite que el contenido ácido del estómago suba hacia el esófago, un tubo que no está preparado para resistir la acidez. El resultado es una sensación de ardor que puede extenderse desde el abdomen superior hasta la garganta.
Además, durante la Navidad, es común comer a deshoras y en grandes cantidades, lo que sobrecarga el sistema digestivo y aumenta la probabilidad de experimentar reflujo.
Disfruta la sobremesa sin acidez.
Te aconsejamos algunas pautas a seguir para reducir al máximo el ardor.
- Modera las porciones: Disfruta de los alimentos navideños en cantidades razonables. Es mejor probar un poco de todo que excederse con un solo plato.
- Evita tumbarte después de comer: Espera al menos dos o tres horas antes de acostarte tras una comida copiosa.
- Controla el consumo de alcohol y bebidas gaseosas: Sustituye estas bebidas por agua o infusiones digestivas como el té de jengibre o manzanilla.
- Opta por opciones más ligeras: Incorpora ensaladas, verduras al vapor y carnes magras en el menú navideño.
- Mastica despacio: Comer lentamente ayuda a que el estómago procese mejor los alimentos y reduce la producción excesiva de ácido.
Cuidados posteriores.
Si ya has caído víctima de la acidez, puedes aliviar los síntomas con antiácidos como Almax o Neo bianacid.
- Almax, en sus diferentes presentaciones, contiene almagato como principio activo, que neutraliza el acido gástrico.
- NeoBianacid actúa rápidamente formando una película con efecto barrera con actividad:-Protectora
Gracias a su alta afinidad con la mucosa gastroesofágica, forma una película que protege y favorece los procesos reparadores fisiológicos.
-Neutralizante local de la acidez
Refuerza las propiedades neutralizantes locales del moco gástrico obstaculizando el contacto de los ácidos con la mucosa gástrica y previene los daños de la misma.
-Antioxidante
Contrarresta la irritación debida a los radicales libres. De esta forma protege la mucosa del contacto con los jugos gástricos y con las sustancias irritantes.
-Modula la acidez sin suprimirla, respetando así la fisiología del estómago y el funcionamiento de la flora intestinal.
Es muy eficaz por lo que si la acidez persiste o se acompaña de otros síntomas, consulta a un profesional de la salud.
En esta Navidad, disfruta de los placeres de la mesa sin descuidar tu bienestar digestivo. Recuerda que la clave está en el equilibrio, ¡Tu estómago te lo agradecerá!
