SARA ROYO. Colegiada nº 2055
Avda. SALVADOR ALLENDE 5
50015 ZARAGOZA
Tel: 674 62 01 79
El otoño tiene su encanto, las hojas cambian de color, las temperaturas son más frescas y se siente esa brisa que nos invita a sacar la bufanda del armario. Pero, aunque parezca que todo está en sintonía para disfrutar, hay algo que muchas personas experimentan cada vez que llega esta estación: la astenia otoñal. Así es, ese bajón de energía inexplicable que te deja en modo zombie, preguntándote por qué estás tan cansado si apenas ha empezado el día.
¿Qué es la astenia otoñal?
Básicamente es la versión otoñal del «no tengo ganas de nada». Es una sensación de fatiga, cansancio generalizado y falta de energía que aparece con la llegada del otoño. Aunque no es una enfermedad en sí misma, es más bien un cúmulo de síntomas relacionados con los cambios estacionales. Se cree que el cuerpo, al igual que el tiempo, necesita un periodo de adaptación a la nueva rutina y las variaciones de luz, temperatura y horarios.
¿Por qué pasa esto?
Con el cambio de estación, la luz solar disminuye y nuestro organismo lo siente. El sol no solo es responsable de que te pongas moreno en verano, sino que también afecta a la producción de melatonina y serotonina. La melatonina es la hormona del sueño, y cuando hay menos luz, producimos más, lo que nos da esa sensación de somnolencia todo el día. Por otro lado, la serotonina, la hormona del buen rollo, también se ve afectada, y su bajada puede llevarnos a estar más apagados de lo normal.
Síntomas de la astenia otoñal.
-Cansancio sin razón aparente: Como si hubieras corrido una maratón sin salir de casa.
-Falta de concentración: Intentas leer un párrafo y tienes que volver a empezar diez veces.
-Cambios de humor: Pasas de estar tranquilo a estar molesto porque tu café no está lo suficientemente caliente.
-Sueño a todas horas: Levantarse de la cama se convierte en una misión imposible, y cuando lo logras, solo piensas en volver a ella.
¿Cómo afecta a nuestra salud?
El cansancio constante puede hacer que nuestro sistema inmunológico se resienta, dejándonos más propensos a resfriarnos o enfermarnos. Además, ese estado de letargo y ánimo bajo puede afectar nuestras relaciones y productividad. ¿Te ha pasado alguna vez que simplemente no puedes concentrarte en una tarea y solo quieres tirar el ordenador por la ventana? Puede que la astenia esté detrás de eso.
¿Cómo combatirla?
La buena noticia es que no tienes que resignarte a pasar todo el otoño con ojeras. Aquí van unos tips para ganarle la batalla.
Exposición a la luz natural: Sal a dar un paseo cuando puedas o simplemente siéntate junto a una ventana. Tu cuerpo lo agradecerá.
Complejos vitamínicos: En la farmacia te podemos ofrecer productos que ayudan a combatir el cansancio, como las vitaminas del grupo B y el magnesio, es clave.
Ejercicio físico: Aunque te dé pereza, moverse ayuda a mejorar el ánimo y a combatir el cansancio. No hace falta que te pongas a correr una maratón, pero una caminata diaria puede ser suficiente.
Sueño de calidad: Trata de mantener horarios regulares para dormir y asegurarte de que tu descanso sea lo más reparador posible.
Hidratación: A veces olvidamos que la falta de agua puede hacernos sentir más cansados. Bebe suficiente líquido a lo largo del día.
Así que con un poco de atención y cambios en tu rutina, puedes sacudirte de encima el agotamiento y disfrutar del otoño sin sentirte como si te hubieran desconectado del enchufe. Si notas que el sofá te llama más de lo habitual y las ganas de hacer cosas se te escapan, no te preocupes: es solo una etapa. ¡Pronto estarás de vuelta al 100%!
