Adivina adivinanza... de qué nos olvidamos siempre?

Tratamiento general:

Exfoliación: Muy importante realizar 2 ó 3 veces por semana. Conseguirás eliminar las células muertas y evitarás la aparición de durezas y engrosamiento de la piel. Tras ella, el siguiente paso en tu tratamiento será mucho más efectivo.

Hidratación: Fundamental realizarlo diariamente en la textura que más te guste: Serum, crema, gel… De composiciones variadas, urea (con alto poder hidratante), glicerina alantoína, vitaminas, ácido hialurónico o con distintos aceites, todas tienen el mismo fin: hidratar en profundidad, suavizar y alisar la piel ya que en los pies suele estar muy engrosada. Con el uso diario evitarás la reaparición de la sequedad así como de grietas. Además, eliminas asperezas, descamaciones, rugosidades y engrosamiento. En definitiva, regeneras la piel para lucir unos pies sanos y perfectos.

Quiero hacer especial mención a los pies del diabético, ya que estos pacientes necesitan tener mayor cuidado y mantener una hidratación constante para evitar la aparición de heridas.

Tratamiento específico:

Callos: Tan molestos y dolorosos… Ante una situación de presión o fricción la piel como mecanismo de defensa se engrosa y forma los callos evitando así males mayores como ampollas o ulceras de tipo infeccioso. Normalmente se forman en los dedos y para tratarlos puedes utilizar métodos mecánicos tradicionales como la piedra pómez, los raspacallos o una lima… pero en los más resistentes deberás utilizar métodos químicos, es decir, callicidas, ya sea en líquido o en forma de parches impregnados, ambos a base de ác. salicílico que con sus propiedades consigue eliminar el callo a la vez que calma el dolor que te produce. Por supuesto, para que la eliminación sea más rápida o para evitar la reaparición deberás abandonar el calzado que te causa el mal e hidratar los pies a diario.

Durezas: También llamadas hiperqueratosis, al igual que los callos producidas por un roce o presión continuada sobre la piel produce ese estado de engrosamiento de la misma. Según el nivel de grosor o tipo de dureza podrás tratarlas de distinta manera. Así pues, para las más gruesas puedes utilizar al igual que con los callos la mítica piedra pómez o los cortadurezas pero sin duda lo más innovador son las limas o rodillos eléctricos, con los cuales rebajas y alisas la piel. Una vez lleves a cabo este paso o si lo que tienes son durezas más finas deberás utilizar una crema para durezas, normalmente a base de ácido salicílico para alisar y suavizar la zona endurecida. También existen productos 2 en 1 que combinan la crema con la lima.

Uñas: Para lucir unas bonitas sandalias también hay que lucir unas bonitas uñas por lo que la pedicura es imprescindible. Además de por la apariencia, reduces el deterioro de las mismas, previenes problemas y le proporcionas un crecimiento saludable a la uña. Existe una amplia variedad de limas: más grandes, más pequeñas, de grano fino, grueso…. Pero sin duda lo que está más de moda en estos momentos son las limas eléctricas. Estas pulen, suavizan y abrillantan las uñas para lucirlas impecables.